Al llegar a la vida adulta, me invadieron pensamientos abrumadores como: ¿podré pagar la universidad? ¿Qué haré después de la graduación? ¿Conseguiré empleo como profesionista? Y también estaba el trabajo. ¿Lo tendré listo a tiempo? ¿Mi jefa estará satisfecha? ¿Lo estoy haciendo bien? Era como si cada día se agrega un pensamiento negativo a mi cabeza, y me estaba debilitando.
Deseaba regresar a los años de preparatoria. A esos tiempos de amigos, de malteadas frías en los días de verano, de idas al cine o restaurantes, horas en las bancas de la escuela riendo contando nuestros sueños y miedos. Quería regresar ahí. Quería sentir esa alegría y ligereza en mi cuerpo.
Realmente necesitaba ayudarme a mí misma. Empecé incorporando cambios como mantener una mente positiva, acercarme a pedir ayuda cuando la necesitaba, hablar con viejas amistades, hacer tiempo de descansar y para lo que me gusta como yoga, hornear, escribir, caminar, y leer.
Al apaciguar mi mente, me di cuenta de que había descuidado aspectos físicos también por lo que empecé a incorporar caminatas largas para despejar mi mente y activar mi cuerpo, luego agregué pilates en casa para poder ejercitarme siempre que tuviera un rato libre. Pequeños cambios a mi rutina como preparar mi ropa y accesorios a mi gusto, hicieron la diferencia en mi aspecto y estado de ánimo. El cuidado personal se convirtió en mi mejor aliado para afrontar la vida adulta.
Los alumnos, profesores, y personal de UTEP estamos expuestos a constante estrés por las diversas actividades estudiantiles, y es importante darle prioridad al cuidado de ese estrés antes de que dañe nuestra salud. Por eso, quiero ayudarles e invitarlos a incorporar en sus vidas pequeñas actividades de cuidado personal que pueden hacer una diferencia en nuestra salud física y emocional.
Es importante tomar acción porque una acumulación de estrés puede causar desde pequeñas cosas como pérdida de cabello, aumento de peso, dolor de cabeza, bajos ánimos, hasta padecimientos más complicados como la ansiedad, depresión, enfermedades cardiacas y reducción de interés en vivir. Con el cuidado personal, podemos aprender a disfrutar la vida otra vez.
“Si te sientes desmoralizado y agotado, lo mejor es, por el bien de todos, retirarte y reponerte,” dijo Dalai Lama. Como adultos, nadie más nos va a cuidar. “Seré lo mejor que puedo ser, si me priorizo a mí misma,” dijo Michelle Obama.
Por eso, les quiero compartir formas en las que como adultos podemos cuidar de nosotros. Primero, la organización y responsabilidad es clave para mantener una mente en paz. Los recursos que me han ayudado es el uso de las horas de oficina de nuestros maestros. Todos tienen un horario en el que nos pueden ver para aclarar nuestras dudas. Mantener comunicación con los maestros me ha facilitado mucho mi experiencia universitaria, pues me hace sentir más perteneciente y menos pérdida en cuanto a las expectativas que tienen de mí como estudiante.
Segundo, las tutorías de matemáticas y el Centro de Escritura se encuentran en el primer piso de la biblioteca. Son gratis, y es atención personalizada en la que puedes llevar tus tareas y proyectos para sacarlos adelante. Además, la biblioteca digital cuenta con libros e investigaciones académicas aprobados por profesionales que serán útiles en todo tipo de ensayos, ahorrándonos la búsqueda en fuentes no confiables de internet. El acceso a esta privilegiada información académica también es gratis para los estudiantes.
Tercero, también podemos buscar ayuda profesional cuando sea necesario. UTEP cuenta con psicólogos y plataformas de apoyo que pueden ayudarnos a cuidar nuestra salud mental. Tomar ventaja de estas oportunidades nos puede ayudar a mantenernos al corriente con la escuela, reducir la presión académica y especialmente a obtener calificaciones altas.
Finalmente, la salud física es tan importante como la mental por lo que debemos cuidarla. Como estudiantes, tenemos acceso al gimnasio de la escuela, que cuenta con máquinas de levantamiento de pesas y cardio. Pero también incluye actividades divertidas como clases de boxeo, pilates, baile, piscina y hasta un rocódromo. Si los deportes no son lo tuyo, UTEP también cuenta con hermosas áreas verdes y amplios espacios para caminar y mantener nuestro cuerpo sano y activo. Caminar es un ejercicio sencillo y tranquilo que aporta muchos beneficios para la salud. Caminar por el campus escuchando música, un podcast, o nuestro audio libro favorito puede ser una forma divertida y relajante de mantener el cuerpo en movimiento. La actividad física no sólo mejorará nuestra apariencia y autoestima, sino que también es esencial para mejorar la salud del corazón, prevenir enfermedades crónicas, envejecer bien, dormir mejor, y reducir los sentimientos de ansiedad y/o depresión.
Te invito a que inicies a cuidarte hoy mismo. El cuidado personal se trata de prevención y debe practicarse a diario. Así lograremos disfrutar de nuestra vida universitaria, y haremos buenos hábitos para seguir disfrutando la vida siempre.
Lizbeth San Martín puede ser contactada al correo [email protected]